M desde las Filipinas

La primera vez que llegué a conocer la "La Advertencia, Segunda Venida" ya era un milagro. Nací católica pero nunca me enseñaron la "Biblia" lecturas o enseñanzas. Al igual que cualquier católico común, sólo leemos o escuchamos las palabras de Dios cada domingo y en mi caso también los miércoles en la novena de nuestra Madre del Perpetuo Socorro. Ahora tengo que - no sólo entender las palabras de Dios, sino también puedo compartirlas. También el sello del Dios vivo... Cuando fuimos a visitar a un amigo, estábamos en coche por la autopista a 99 en el carril rápido. Cuando el neumático delantero izquierdo explotó. Podría haber sido de mal en peor, pero sé en mi corazón que el sello del Dios vivo (cuál oró todos los días) y cuelga en nuestro coche, nos salvó. No nos lastimamos. Alabado Sea Dios. Amén.